Redacción:
Dra Liliana Maya R. MSc. Gestión de la Investigación Científica
INTRODUCCIÓN
La menopausia es el cese de los periodos menstruales de una mujer, diagnosticada en retrospectiva, una vez que han transcurrido 12 meses consecutivos de amenorrea, que sucede por atresia de los folículos ováricos y su capacidad de producir estrógenos ante el estímulo de las hormonas folículo-estimulante y luteinizante. A los signos y síntomas que se presentan en esta transición se les denomina síndrome climatérico y los más característicos son los bochornos, alteraciones del ánimo, osteoporosis, aumento de riesgo cardiovascular y alteraciones genitourinarias (Torres, 2018).
Partiendo de este concepto, abordaremos el tema de una manera breve, siempre desde el argumento científico, y desde una revisión sistemática de la literatura basada en la evidencia del conocimiento.
Como profesionales médicos y del área de la salud, la ciencia nos enseña que la prevención de la salud y el tratamiento de patologías, pueden realizarse de una manera holística e integral, abarcando las medicinas ancestrales, como lo son: Medicina Tradicional China, Medicina Ayurvédica y Medicinas Naturales de las culturas indígenas.
Teniendo este enfoque, empezaremos definiendo qué es la menopausia, cuál es la diferencia entre menopausia y climaterio, síntomas y tratamiento natural a partir de la estimulación de las hormonas sexuales femeninas, que en el estado menopaúsico están en desequilibrio, originando todo un cuadro sintomático, que impacta el desempeño de la mujer en su vida familiar, en las ocupaciones diarias y la vida social, lo que nos lleva a comprender la necesidad de una resolución de los síntomas asociados a esa inestabilidad hormonal.
Por lo anterior, la menopausia es el cese definitivo de los períodos menstruales que obedecen al fallo de la función ovárica y a su capacidad de producir estrógenos. Es un proceso natural, dado por el paso del tiempo y por el envejecimiento de nuestros órganos y funciones hormonales. Esta desaparición de los períodos menstruales, se presenta entre las edades comprendidas de los 45 a 55 años.
Finalmente, continuaremos con una breve descripción de la fisiología del ciclo menstrual, la función de las hormonas sexuales femeninas, fisiología de la menopausia y por último el abordaje terapéutico de una manera natural.
QUÉ ES LA MENOPAUSIA
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la menopausia natural o psiológica como el “cese permanente de la menstruación, determinado de manera retrospectiva después de 12 meses consecutivos de amenorrea, sin causas patológicas”. La edad de aparición oscila entre los 45 a 55 años.
La menopausia es el cese de los periodos menstruales de una mujer, diagnosticada en retrospectiva, una vez que han transcurrido 12 meses consecutivos de amenorrea, que sucede por atresia de los folículos ováricos y su capacidad de producir estrógenos ante el estímulo de las hormonas folículo-estimulante y luteinizante. A los signos y síntomas que se presentan en esta transición se les denomina síndrome climatérico y los más característicos son los bochornos, alteraciones del ánimo, osteoporosis, aumento de riesgo cardiovascular y alteraciones genitourinarias (Idem, 2018).
Según estos conceptos, podemos decir que la menopausia consiste en el cese de la función de los ovarios en la mujer, y esta funcionalidad está dada por el estímulo de las hormonas folículo-estimulante y luteinizante que aumentan sus niveles circulantes. Salazar (2018) afirma que este ciclo de la mujer es caracterizado por un conjunto de signos y síntomas vasomotores y alteraciones psicológicas y de las vías urogenitales, efecto de la ausencia de estrógenos.
Ahora bien, el climaterio proviene del griego climater, que significa peldaños o escalones, lo que hace referencia a un periodo de transición desde la etapa reproductiva hasta la no reproductiva y se manifiesta 1 año antes aproximadamente, cuando inician cambios hormonales y síntomas, hasta 1 más después de la menopausia (Torres y Torres, 2018).
Si esto es así, concluimos que el climaterio es el período de transición de esa desaparición de la función ovárica al estado de la menopausia, que viene con los síntomas que lo caracterizan, como son las oleadas de calor, los bochornos, la sudoración, el insomnio, osteoporosis, aumento de riesgo cardiovascular, hipertensión y alteraciones genitourinarias.
De hecho, la menopausia es una etapa por la que tienen que pasar en algún momento de sus vidas todas las mujeres, pero hay algunas que la experimentan en etapas tempranas (por lo general antes de los 40 años); las razones son muy diversas, puede ser por carga genética, extirpación de órganos reproductores, enfermedades autoinmunes, infecciones virales, alteraciones cromosómicas o tratamientos contra el cáncer (Pacheco Romero, 1994; citados en Guzmán, et.al., 2021).
FISIOLOGÍA DEL CICLO MENSTRUAL
Los ovarios principalmente producen dos tipos de hormonas: estrógenos, también referido al estradiol, estriol o estrone y progestina (progesteronas). La testosterona es un precursor del estradiol, por lo que los ovarios también producen testosterona. (Von Bischhoffshausen, et.al., 2019).
Ahora bien, el ciclo sexual o genital femenino consiste en una serie de cambios morfo-funcionales que ocurren de manera periódica en los órganos genitales femeninos, en especial en el ovario y el útero, por lo que se conoce como ciclo ovárico y ciclo uterino o menstrual. Estos cambios cíclicos en el aparato reproductor femenino tienen lugar durante toda la vida reproductiva de la mujer; desde la pubertad hasta el climaterio. Los ciclos menstruales son ovulatorios regulares, predecibles y espontáneos y son regulados por interacciones complejas del eje hipotálamo-hipófisis, los ovarios y el aparato genital (Aguilar, et., al., 2017).
El ciclo menstrual se caracteriza por un patrón recurrente de niveles hormonales variables, la producción hormonal ovárica está regulada por el hipotálamo y la glándula hipófisis, además de recibir influencias de la corteza cerebral y del sistema límbico. Entre las hormonas que participan en el sistema de retroalimentación extremadamente complejo que regula el ciclo menstrual se incluyen: esteroides sexuales (estrógenos y progesterona), gonadotrofinas hipofisarias (folículo estimulante -FSH- y luteinizante -LH-) y la hormona hipotalámica liberadora de gonadotrofina (Zanin, et.al., 2011).
Por las anteriores consideraciones, podemos argumentar que el funcionamiento normal del ciclo menstrual , corresponde a un patrón morfofuncional periódico de los órganos sexuales de la mujer, caracterizados por la producción hormonal ovárica regulada por la hipófisis que interactua con los ovarios y el aparato genital, y que tiene lugar durante toda la vida reproductiva de la mujer, bajo la acción de los estrógenos y la progesterona, terminando su ciclo reproductivo con la llegada del climaterio, y cuando aparece la menopausia se producen cambios en el balance endógeno de las hormonas con una caída dramática de la producción de estrógenos en los ovarios (Von Bischhoffshausen, et.al., 2019).
EFECTOS DIVERSOS QUE TIENEN LOS ESTRÓGENOS
A nivel del cuello uterino, hacen producir a las glándulas mucosas un moco filante, con alto contenido de agua, y dilata el conducto endocervical.
En la vagina, prolifera el epitelio, con descamación de las células superficiales y acumulación de glicógeno en el epitelio. Los labios mayores y menores se vuelven turgentes y elásticos.
A nivel de la glándula mamaria, estimulan la proliferación de los conductos glandulares, , la acumulación de tejido adiposo, aumentan la pigmentación de los pezones.
Los estrógenos también participan en muchos procesos metabólicos, como la retención de agua y sodio en los tejidos; producen hiperglicemia, hipercetonemia, elevan el colesterol bueno (HDL) y reducen los triglicéridos.
Desde el punto de vista vascular, estimulan la circulación periférica.
En los huesos, estimulan la fijación y mineralización de la matriz ósea,
Tienen acción sobre la piel, favoreciendo el desarrollo de las fibras elásticas.
En el sistema nervioso central, activan la catecolamina, los catecolestrógenos, dopamina, noradrenalina y endorfinas.
El autor Becerro (2008), en su artículo científico titulado “ Las hormonas esteroideas sexuales, el envejecimiento y el ejercicio”, concluye que de los artículos revisados, los estrógenos, son considerados como la hormona más más efectiva en el mantenimiento del deseo y la respuesta sexual.
FISIOLOGÍA EN LA MENOPAUSIA
Al inicio de la menopausia se produce una disminución de los niveles de inhibina, hormona que regula a la baja la síntesis de FSH, con niveles de estradiol normales o ligeramente bajos. Estos primeros cambios hormonales dan lugar a un acortamiento de la fase folicular dependiente de estrógenos y, por ende, a ciclos menstruales de menor duración. Los niveles séricos de FSH empiezan a aumentar debido a la atresia de folículos ováricos y por esto desciende la producción de estrógenos .Es una retroalimentación negativa, ya que al encontrarse disminuida la cantidad de estrógenos en el torrente sanguíneo (principalmente estradiol), el hipotálamo libera más hormona liberadora de gonadotropina para que la adenohipófisis reciba la señal de liberar más FSH, pero el problema radica en que ya no hay folículos suficientes para la producción (Idem, 2018).
Los síntomas que aparecen son producto del descenso en los niveles de estrógenos, estos junto con la testosterona aumentan la producción de endorfinas y moderan la liberación de noradrenalina (NA), de manera directa o indirecta. En el centro termorregulador del hipotálamo se ha asociado la acción de dos neurotransmisores; la serotonina y la NA, que producen la sensación de bochornos. Diversos estudios han demostrado el efecto regulador de los estrógenos sobre la serotonina. Durante el climaterio se produce una pérdida de la función ovárica folicular, conocida como hipoestrogenismo, lo que lleva a la disminución de los niveles de serotonina ( Guzmán, et.al., 2021). Ver más información: https://www.maesesalud.com/post/c%C3%B3mo-el-consumo-de-maca-peruana-tiene-efectividad-en-el-desorden-de-las-hormonas-sexuales
Por lo tanto, alrededor de los 40 años, la cantidad de folículos primordiales es cada vez menor, y la cantidad de estrógenos disminuye a medida que el número de folículos decrece cuando las concentraciones de estrógenos son mínimas, producto de la atresia folicular, se inhibe la función de retroalimentación negativa sobre las hormonas hipofisarias (LH/FSH) y las cantidades de estas aumentan; sin embargo, no hay folículos ováricos que respondan ante el incremento de las hormonas gonadotrópicas. Durante la posmenopausia los estrógenos son mínimos, pero aún persisten concentraciones de estos en la sangre. Resultado de la anovulación, no se produce progesterona; por lo tanto, no habrá oposición de esta contra el estrógeno y, en consecuencia, aumenta el riesgo de hiperplasia y cáncer de endometrio.
Cuando la mujer entra en la posmenopausia, se reduce la producción ovárica de estrógenos, lo que induce la proliferación de tejido conjuntivo y la fragmentación de elastina, mecanismos que llevan al adelgazamiento del epitelio vaginal, a pérdida de la fuerza y elasticidad, y a atrofia vaginal. Las mujeres usualmente se quejan de resequedad, prurito e irritación vaginal. Adicionalmente, se reduce el flujo sanguíneo que lleva a una menor producción de secreciones vaginales, que inducen sequedad y dolor durante las relaciones sexuales (Badoui, 2018).
SÍNTOMAS DE LA MENOPAUSIA
Llamaradas de calor o crisis vasomotoras: las sofocaciones son una sensación de calor, acompañada frecuentemente de rubefacción cutánea y sudoración. A medida que disminuye la temperatura corporal central, pueden ir seguidas de un escalofrío. Este síntoma comienza a aparecer durante la perimenopausia, es decir 2 años antes del último período menstrual.
Cambios genitourinarios Al disminuir los niveles de estrógeno, muchos tejidos genitourinarios experimentan atrofia. El epitelio vaginal se hace más fino, más seco y disminuyen los pliegues. A veces aparecen síntomas de vaginitis atrófica, que pueden incluir hemorragia, ardor, exudado, prurito y dispareunia (dolor genital persistente o recurrente que ocurre justo antes, durante o después de tener relaciones sexuales). Atrofia de uretra y vejiga, que puede ocasionar incontinencia urinaria, ardor al orinar. Susceptibilidad a infección urinarias por aumento en el ph vaginal con alteración de la flora vaginal.
Cambios en la piel y en el pelo: disminución del colágeno, que se traduce en pérdida de elasticidad, generando una piel frágil y finita.
Pérdida del cabello: aparición de canas con aparición de vello facial por predominio de andrógenos circulantes.
Aparición de acné posmenopaúsico: que consiste en pápulas y pústulas de pequeño tamaño y algunos comedones cerrados de baja severidad; aparece con más frecuencia en las mujeres que lo presentaron durante la adolescencia y en la raza negra (Velásquez y Fernández, 2004).
Cambios psicológicos y funcionamiento sexual: Psicológicos: Los niveles de serotonina disminuyen en la menopausia. La disminución de este neurotransmisor se asocia con cambios en el estado de ánimo, labilidad emocional, alteración del ciclo sueño vigilia y disminución de la libido.
Fatiga, irritabilidad, insomnio y nerviosismo: pueden estar relacionadas con la disminución de los estrógenos, así como con el estrés causado por el envejecimiento y el cambio de papel social. Al interferir con el sueño, los sofocos pueden afectar la memoria, el temperamento, el humor y la capacidad de concentración.
Sindrome o conjunto de síntomas asociados a la menopausia
Enfermedad cardíaca coronaria e hipertensión. El descenso de los niveles de estrógenos guarda relación con los cambios desfavorables de las lipoproteínas elevando el colesterol malo y disminuyendo el colesterol bueno; así como la vasoconstricción del endotelio de los vasos sanguíneos produciendo un efecto hipertensor.
Osteoporosis: Los estrógenos juegan indirectamente un papel importante en la regulación del calcio sérico, de allí que haya mayores tasas de fracturas osteoporóticas que se registran en las mujeres posmenopáusicas, debido a la pérdida de densidad mineral ósea después de la menopausia (como consecuencia de la caída de estrógenos) (Idem, 2018). Ver más información: https://www.maesesalud.com/post/osteoporosis-qu%C3%A9-es-causas-s%C3%ADntomas-y-tratamiento-natural
TRATAMIENTO NATURAL
En las últimas décadas, la mujer occidental ha ido en busca de una medicina natural para tratar y aliviar los síntomas provocados por la menopausia, debido al alto riesgo para la salud que produce la Terapia hormonal de reemplazo, o sencillamente porque les está contraindicado el uso de estrógenos artificiales.
En esa misma medida, hay estudios que dan evidencia científica sobre el aporte significativo y la incidencia de alimentos vegetales que representan una mejora en la sintomatología de la menopausia. Entre ellos se mencionan, aquellos que reportan importante contenido de fitoestrogenos como las isoflavonas, cumestamos y lignanos.
MACA PERUANA
De igual forma estudios realizados en mujeres premenopausicas, menopausicas y posmenopáusicas, demostraron que el consumo de MACA PERUANA mejoraba significativamente el cuadro clínico adherido a las mujeres durante estos ciclos hormonales fisiológicos del organismo femenino.
En un estudio en el que mujeres menopáusicas fueron sometidas de manera aleatoria a un tratamiento hormonal o al consumo de maca con una dosis de 3.5 mg al día durante 6 semanas se evaluaron los niveles de estradiol, de las hormonas folículo estimulante y luteinizante. Se comprobó que tras la ingesta diaria de este tubérculo existe una importante reducción de los síntomas psicológicos, incluyendo depresión y ansiedad; además de incrementar el deseo sexual (Pérez Aagaard, 2018; citado en Guzmán et.al., 2021).
TE MATCHA CEREMONIAL
Los polifenoles también ejercerían importantes efectos inhibidores de la iniciación de la aterogénesis, derivada de la oxidación de las LDL. También ejercerían efectos hipocolesterolémicos y vasodilatadores, actuando específicamente sobre enzimas y/o metabolitos involucrados en estos efectos. El consumo de té, además, mejoraría la calidad de vida ya que activaría la movilización de grasa en el tejido adiposo, estimulando la termogénesis y promoviendo una mejor mantención de la masa ósea debido a su contenido de flúor.
Los resultados son concluyentes en el sentido que en el largo plazo el consumo de té produce una hipocolesterolemia. Se ha observado que el consumo de té inhibe la actividad de la lipasa intestinal (pancreática), con lo cual disminuye la capacidad hidrolítica de la enzima sobre las grasas. Este efecto se traduciría en una menor absorción de triglicéridos (como monoglicéridos) y de colesterol, lo cual podría derivar en una menor ganancia de peso por parte del consumo. Los componentes del té ejercen un moderado efecto hipotensor. Las catequinas y la EGCG producen una inhibición de la fosfolipasa A2 endotelial, por lo cual inhiben selectivamente la formación de tromboxanos, disminuyendo así su efecto vasopresor e hipertensor (Valenzuela, 2004).
FORMA DE CONSUMO
MACA PERUANA
PREPARACIÓN: Disolver 1 cucharada sopera grande en 1 vaso de agua tibia, o en un vaso de leche vegetal (opcional), o en un vaso de jugo. Revolver muy bien.
DOSIS: 2 veces al día. Tomar la primera bebida preferiblemente antes del desayuno y la segunda bebida 20 minutos antes de ir a dormir en la noche.
TE MATCHA GRADO CEREMONIAL
Preparación: A 120 ml de agua caliente sin hervir, adicionar 1 gramo del producto (equivalente a una cucharadita dosificadora), revolver muy bien. Opcional: adicionar preferiblemente 1 onza de leche vegetal, o de leche de vaca.
DOSIS: tomar una infusión con el desayuno o con las medias nueves, y otra infusión a las 6 horas, acompañado con un snack.
NOTA: no tomar la infusión después de las 6 pm.
BENEFICIOS ESPERADOS
La Maca Peruana, va a estimular la regulación de los niveles de las hormonas sexuales, mejorando la sintomatología que se presenta en las etapas del climaterio y la menopausia; en este sentido habrá una reducción de los sofocos, de las oleadas de calor, de la resequedad vaginal, de los dolores de cabeza y mejorará el deseo sexual, la conciliación del sueño y los niveles de calcio en los huesos.
El té Matcha Ceremonial, va a estimular la concentración y la actividad física, eliminando el cansancio, la fatiga muscular, el estado depresivo y de ansiedad. Además, ayudará a bajar niveles de colesterol y triglicéridos, contribuyendo a disminuir niveles altos de la presión arterial, lo que se traduce en un efecto hipotensor.
RECOMENDACIONES
Se sugiere el consumo de los productos de manera integral y complementaria, durante 3 meses, descansar 2 meses y volver a reiniciar, descansar nuevamente 3 meses y continuar de esta manera los ciclos.
Cabe recordar, que la función ovárica ceso o disminuyo la producción hormonal, bien sea por el envejecimiento fisiológico normal de la edad, o por situaciones de orden quirúrgico o farmacológico en ciertas patologías.
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